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Año escolar Dublin : Inmersión lingüística

El aprendizaje de distintos idiomas es una de las obligaciones más perentorias para cualquier estudiante del s. XXI. Lógicamente, el inglés es una de las lenguas más demandadas tanto en los ámbitos empresariales como académicos y no es para menos. Una de las mejores formas de profundizar en este aprendizaje es la de realizar un programa de inmersión lingüística en el extranjero. Desde luego, nada como la experiencia de estudiar un determinado idioma, viviendo dentro de la cultura a la que este pertenece, contribuye tanto a mejorar la fluidez en la lengua que se desea dominar.

Dublín es un destino preferente en este sentido porque se trata de una ciudad con un porcentaje muy elevado de angloparlantes, cuenta con instituciones académicas especializadas en la enseñanza del inglés entre extranjeros, resulta una localidad acogedora y con todos los servicios necesarios y, last but not least, se sitúa a una distancia de España relativamente sencilla de cubrir. Por todo ello, queda probado que Irlanda, y más concretamente su capital, es un espacio idóneo para un programa de inmersión lingüística. Por otro lado, es evidente que pasar un año escolar Dublin completo es mucho más efectivo que optar solamente por una estancia veraniega.

Durante dicho año escolar Dublin, el estudiante es introducido en un ambiente especialmente concebido para compaginar teoría y práctica de manera constante. Los planes de estudio contemplan numerosos escenarios para conseguir la ansiada fluidez en el idioma de Shakespeare, al tiempo que implementan recursos didácticos muy dispares para alcanzar tal fin. Esta inmersión completa no es, en ningún caso, homogénea o universal. Los distintos centros donde se lleva a cabo la inmersión lingüística son conscientes de que cada alumno presenta unas características específicas. Aquí hablamos tanto de su nivel lingüístico previo como de sus propias capacidades generales para el aprendizaje.

Por último, no podemos ocultar tampoco los innegables beneficios que supone una estancia de este tipo en el plano más personal. Un estudiante joven en permanente contacto con otras culturas u otras formas de ver la realidad está formándose una mentalidad mucho más abierta y plural. Su visión del mundo es, en consecuencia, más amplia, al tiempo que virtudes como la tolerancia o la capacidad de adaptarse a nuevas realidades se acentúan positivamente. Por todo ello, pasar un curso escolar en Dublín es una ventana no solo al aprendizaje del inglés sino a aprender a ser realmente ciudadanos del mundo.